viernes, 25 de mayo de 2007

Evaluación docente, la pequeña historia.


Esta en marcha el proceso mediante el cual la calidad de los docentes de la educación municipalizada está siendo evaluada.
El sistema de evaluación se lleva a cabo mediante la aplicación de cuatro instrumentos: el Portafolio de Evidencias Estructuradas, que contiene productos escritos y la filmación de clases; la Pauta de Auto-evaluación; una entrevista al Docente Evaluado; y el Informe de Referencia de Terceros, realizado por el director del establecimiento y por el jefe de la Unidad Técnico Pedagógica.

La comisión que evaluará estas evidencias está compuesta por profesores de la misma comuna y el Director de la Corporación de Educación Municipal o del DEM respectivo. Las funciones de este comité son: tomar conocimiento y aprobar los reportes de resultados, considerar la información del contexto del docente evaluado y pronunciarse respecto de su nivel de desempeño final.

Como toda evaluación, la presente se hace con respecto a un set de standards conocidos por evaluadores y evaluados, y en este caso esos standards están disponibles en la publicación “Marco de la buena enseñanza”, un documento elaborado y distribuido con bastante antelación por el Ministerio de Educación, que sintetiza lo que un buen profesor debe hacer antes, durante y después del proceso de aprendizaje. La gran mayoría de los docentes ha aceptado el proceso, y a partir de los resultados de este año, se verá con más fuerza la parte formativa del mismo, esto es, la posibilidad de los docentes de conocer el resultado de la evaluación y de capacitarse para mejorar sus puntos débiles.

Del análisis del proceso surgen puntos débiles y fuertes del sistema.
Los débiles:
- Se evalúa y se filma sólo una clase y la planificación de una unidad. Hay que aclarar que además de el hecho de ser sólo una, se da mucho tiempo para prepararla y eso no es lo suficientemente representativo de la practica real.
- Los pares o las autoridades que evalúan pueden hacer valer -en su evaluación- criterios excesivamente personales y hasta pueden reflejar, a través de los resultados, controversias personales pre-existentes, no difíciles de encontrar en el complejo ambiente de las escuelas públicas.
- No se considera, en la evaluación, ninguna variable que tenga que ver con los resultados de los aprendizajes logrados por los alumnos del profesor evaluado en el tiempo.
Pueden destacarse como puntos fuertes del proceso:

- Que pone en marcha la cultura de la evaluación docente, obliga a estar al día en al menos un tema de la reforma educativa a fondo, insta al docente a realizar una auto-observación y auto descripción de su practica, abre el salón de clases a la observación externa, considera la opinión y la información del contexto (colegas y autoridades) y da oportunidades de superación.

Como se ve, el actual proceso de evaluación docente es un primer paso hacia la instauración de una cultura de evaluación profesional en la educación pública.
Dados los costos políticos enfrentados por el Ministerio de Educación en su implantación y los obstáculos de todo tipo que hubo que superar, creemos que este primer paso es elogiable. Ojalá haya continuidad en el esfuerzo, y sobre todo, ojalá se crucen los resultados arrojados por la evaluación del desempeño con la calidad de los aprendizajes de los alumnos de los profesores evaluados. De lo contrario, será muy difícil saber si el sistema esta logrando lo que todos persiguen, esto es, mejorar la calidad de la educación.
¿No cree usted?

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